miércoles, 10 de octubre de 2012

LA PRINCESA DE LA SANGRE UN RELATO DE SEXO, SANGRE Y VAMPIROS

Por Barnabas
Modelo: Rifka

“Un nuevo crimen a sido descubierto en un sórdido prostíbulo de Santiago Centro, aquí en la capital, al parecer abría sido perpetrado por el llamado “Vampiro invisible”, el que como usted saben, no a sido nunca visto aún por nadie y se le moteja de vampiro a este asesino, porque sus víctimas, siempre mujeres, aparecen sin ninguna gota de sangre en sus venas”…, Radio Cooperativa Fm.

“Un nuevo sangriento crimen fue descubierto en un prostíbulo de la capital hace pocas horas, como los anteriores crímenes que se le adjudican al llamado “Vampiro invisible”, sus víctimas no tiene una gota de sangre en sus venas, también como en anteriores ocasiones, las víctimas eran mujeres”…, Chilevisión Noticias.

“Se a descubierto una nueva matanza en el centro de la capital, en un prostíbulo en Santiago Centro, en esta ocasión él a si llamado “Vampiro invisible” a dado muerte a al menos cinco prostitutas, desangrándolas completamente”… Diario La Tercera.

Rosmina Mistenkovic, la “Vampiro invisible”, suspiro profundamente y dejo caer al suelo el periódico que acababa de leer, luego apago su moderna televisión tipo LSD de cincuenta y dos pulgas y por último cambio la estación de radio que escuchaba en su también moderno equipo musical, por otra que transmitía música clásica, y pensó que le  satisfacía el ver que, como siempre en sus doscientos cincuenta años de vida, podía perfectamente despistar totalmente a las policías, en sus más de dos centurias de vida, nunca, ninguna fuerza policial o policía alguno había podido siquiera ver su silueta cuando llevaba a cabo sus periódicas “recolecciones de sangre” como las llamaba ella, le divertía que ya fuera en su natal Rusia, Francia, Italia, Brasil, México, China ,Japón, y sobre todo en su amada Sur América, y claro donde se encontraba actualmente en Chile, la motejaran de “vampiro”, solo por el hecho de encontrar los cuerpos de sus víctimas sin sangre, por otro lado le molestaba que adjudicaran sus hazañas al genero masculino, nadie hablaba nunca de una “vampira” ni en los diarios, radios o televisión, quizás el hecho de que solo atacara a mujeres ayudara en ello, pero para sus fines era absolutamente necesario, por otro lado ella no bebía la sangre de sus víctimas…, solo se bañaba con ella, pero sabía Rosmina que todo aquello contribuía a que siguiera permaneciendo impone…, y joven por supuesto.
Rosmina había sido una de las última princesas Rusas de antes de la Revolución Bolchevique, y a sus tempranos diecisiete años había leído mucho sobre quien sería su inspiración, la Condesa Elizabet Bathory, de ella saco la idea de sus baños de sangre para conservarse por siempre joven, solo que ella creyó en un principio que con tales baños, lograría solo que su piel se mantuviera tersa, pero que igualmente los años harían su terrible labor y finalmente moriría igualmente que todos los mortales, quizás como la más tersa de las abuelas..., pero vio pasar los años, después las décadas y las centurias y aquí seguía, algo de verdad pensaba , existía en el mito de los vampiros, y era que la sangre, en su caso de mujeres jóvenes le permitía vivir joven al parecer hasta ahora, por siempre, sino la detenían alguna vez, pero dudaba que eso pasara, ella tenía certeza de que seres como los vampiros humanos no existían, así como los fantasmas, trasgos, licántropos y demás seres sobrenaturales, en sus largos años de vagar de noche, por sitios como cementerios, morgues, salas de operaciones por ejemplo, jamás vio ni presencio siquiera que una puerta se abriera por si sola, o que alguna de sus ya incontables víctimas le tirara algunos de sus crespos rizos en una noche oscura, pero el hecho de que ella siguiera existiendo era la prueba viviente de que en este mundo si existían cosas que pudieran llamarse “sobrenaturales”…, aunque , meditaba a veces, quizás el hecho de que no envejeciera ni muriera a fuerza  de bañarse cada tanto con sangre de mujeres jóvenes tuviera una explicación perfectamente científica y quizás hasta “normal”.

A pesar del tiempo transcurrido, aún recordaba cuando se dio su primer baño con sangre de mujer joven, basto solo que el deseo de hacer semejante acto se le convirtiera en obsesión para que un buen día llamara  a uno de los tantos asesinos a sueldo que ocupaba la realeza rusa en ese entonces, era un tipo alto, delgado, que vestía capa y ropas finas, un ancho sombrero que le cubría parte de su cara cuando ella le explico lo que deseaba que hiciera, el tipo ni siquiera pareció sorprenderse, hasta se sonrió, y le dijo que si había traído fetos y bebes recién nacidos para cenas y sacrificios al demonio que cada tanto realizaban los nobles en palacio, que ella le pidiera un poco de sangre era una minucia, pero que él a cambio no quería su dinero, sino que su culo, así, tal cuál suena, Rosmina vio la lujuria brillar en los ojos del tipo aquel cuando le dijo aquello, y ella no dudo en decirle que como él quisiera, siempre que le trajera lo pedido.
Y solo demoro un día en cumplir el encargo, ya que a la noche siguiente, el tipo llego con un enorme balde lleno hasta los bordes de sangre, y el muy infeliz, tan solo lo dejo en el suelo y ya había comenzado a aflojarse los pantalones, pero Rosmina podía ser en ese entonces aún una adolescente, pero no era ninguna estúpida y exigió ver el cadáver de la muerta de donde había salido la sangre antes de dejarle tocar uno de sus senos, el tipo la miro con los ojos entrecerrados y luego rió con fuertes carcajadas, y le dijo que era una buena hija de la puta zorra de su madre, pero le gustaba que no fuera ninguna tonta, y que votara esa sangre ya que era de puerco, que la había juzgado como una putita fácil de conseguir, pero que en unos días la haría llamar y que en su presencia degollaría a alguna campesina .
A los seis días de esa escena, volvió a llamarla el tipo aquel, para que se juntaran esa noche en las catacumbas del castillo, que ya le tenía su encargo…,y que fuera preparando su culo, Rosmina bajo sola a las catacumbas alrededor de la media noche, nunca tubo miedo a lugares tétricos o sombríos, sabía que en el castillo ni el mismo zar osaría bajar a esas catacumbas que desde que ella tuviera uso de razón se habían considerado embrujadas, y llenas de fantasmas de tantos condenados muertos en ellas, luego de mucho andar llego al sitio donde le esperaba el tipo con esta vez una amordazada joven, vestida a la usanza típica de los campesinos de la Rusia de los zares, el tipo le dijo que el había cumplido, y que ahora le tocaba a ella, Rosmina le sonrió y le dijo que aún faltaba “sacar” la sangre de la joven, ya que eso era lo que ella le había pedido desde un principio, el tipo rió cruelmente y saco del fondo de su capa un largo y afilado estilete, rió otro poco al ver como los ojos de la joven “mujic” se salían de sus orbitas al verle avanzar con el estilete hacía  ella, sin más el tipo la puso de rodillas, coloco un gran balde de madera bajo su cuello y de una sola puñalada le atravesó la yugular, haciendo salir del cuello de la pobre joven un río de roja sangre, que caía a borbotones en el balde el asesino había puesto para ese propósito…, Rosmina sintió un especial calor en su cuerpo al ver fluir aquella primera vez la sangre desde el cuello de una mujer, un calor que se le acumulo en su vágina, tanto que debió frotársela para calmarse en algo, cosa que no dejo de ver el tipo aquel, y que lo hizo volver a reírse y decirle que apenas terminara de desangrar a la chica, ya se ocuparía el de su “chocho”, solo que no llego a ocuparse de ningún “chocho” más, ya que cuando se levanto luego de concluir su horrible tarea, Rosmina le clavo hasta traspasarle la espalda otro afilado estilete que ella traía escondido en sus medias, fue así como esa noche Rosmina se graduó con honores, a su vez de asesina.
Luego y con grandes esfuerzos consiguió llevar el balde con sangre hasta sus habitaciones privadas y lleno con el la bañera de su baño, encendió varios candelabros y comenzó un lento desnudarse  con su vista fija en el gran espejo que ahí había, vio aparecer reflejado en él sus ya desarrollados senos, con los pezones duros y erectos por el frío de la noche, luego se desprendió del grande y estorboso vestido que estaba de moda en aquellas épocas , luego fue sacándose una a una las varias capas de enaguas, hasta quedar solo con unos calzones que le llegaban hasta sus rodillas, los que al sacárselos, hizo que Rosmina le pudiera ofrecer por fin el espejo  el espectáculo de contemplar su perfecta desnudez , sus vellos públicos primero, y el fondo de su vágina después, sintieron nuevamente el roce de sus largos y finos dedos ya que el solo pensar que en unos minutos se sumergiría en una bañera repleta de sangre humana la volvía a excitar, luego de masturbase a placer de pié por un rato, el espejo reflejo sus perfectas nalgas al irse hundiendo poco a poco en el rojo líquido que la bañera contenía, al rato junto con una gran esponja procedió a darse el primero de una larga, larguísima hasta ahora serie de baños de sangre de jóvenes, solo que nunca olvido la extraña paz y serenidad que al quedarse quieta largo rato en esa sangre le produjo ese primer baño.

Pasaron algunos años y los baños de sangre se hicieron frecuentes, como también los fueron sus pretendientes y sus amantes, ya que con los baños se despertó en ella no solo una belleza que dejaba mudo a los hombres y mujeres, sino que también su lujuria se vio aumentada a niveles que envidiaría un Sade, quien por lo demás se convirtió en su autor de cabecera.
Junto con la belleza, llegaron los amantes como decía, y estos son incontables, ya que muy larga a sido la vida de Rosmina, ella no dejo ni a dejado de probar todo lo que tenga que ver con el sexo, dejando afuera los animales y los cadáveres, Rosmina a gozado y goza, con todas las variantes sexuales, tanto mujeres como hombres son compañeros y compañeras en su lecho, con el paso de los años, muchos “juguetes sexuales” se han ido sumando también a sus placeres, desde los látigos que conoció con el Marqués, hasta modernos vibradores, tanto anales como vaginales, bolas chinas, extensores panéanos y vaginales, las orgías son y siempre han sido también fuente de diversión para ella, de hecho, el sexo es su principal forma de conseguir sangre para su baños…, y en algunas veces también dinero, no es que a Rosmina le falte, simplemente que a veces le encanta trabajar algún tiempo de puta, por supuesto, que de las más caras, tanto que en oportunidades, tener sexo con ella, es sinónimo de muerte.
Cuando los Bolcheviques llegaron con su revolución y Rusia se volvió comunista,, Rosmina tubo como muchos que huir, pero como de hacía muchos años que guardaba joyas y dineros, con la previsión que no tuvieron muchos de la familia real y que fueron los que nunca creyeron que el pueblo los destronara y matara, Rosmina desde hacía varios años por su frecuentes incursiones sexuales con todo tipo y tipas de gente que sabía que la cosa iba a ser una masacre, por eso fue que pudo prepararse por años para tal evento, huyo al principio y viajo cómodamente después de salir de Rusia, no tenía mayores prisas, tenía suficiente para vivir con largueza hasta por algunos años, y cuando por fin le empezara a faltar, siempre podía trabajar de puta se dijo, ya que sabía perfectamente el valor de lo que tenía entre las piernas, y como le había dicho un campesino con el que ocasionalmente tenía sexo, “ un culo bien administrado, puede rendir en dinero más que una hacienda”.
Y así comenzó su eterno vagar en busca de sangre fresca de mujeres jóvenes, ya que descubrió que solo esa sangre era el elixir de la eterna juventud, aprendió varios idiomas, ya que el tiempo había dejado de ser una preocupación para ella y podía tener todo el que quisiera para aprender lo que quisiera, así también diversas artes las fue cultivando, tocaba flauta, guitarra, chelo, piano como una experta concertista, podría también haber podido vivir de la música, pero ella consideraba que se podía vender el culo, pero no el arte.
 Cuando se pudo volar en aviones fue una de las primeras en hacerlo, fue así como llego a Sur América, lugar que por ya más de un siglo la tenía aún fascinada, le encantaba el clima, la gente…, y la sangre de las mujeres morenas, ya que consideraba que tenía mucha más “fuerza” y que el efecto de elixir de juventud le duraba mucho más tiempo, además si bien la gente en Sur América no era tan depravada sexualmente hablando como en Europa, gozaba de un entusiasmo por aprender que le encantaba, por último la policía le parecía la más estúpida de las que había conocido.
Y es muy posible por estas  razones que Rosmina, la princesa de la sangre, y sucesora de la condesa Bathory viva aún muchos siglos más en estas morenas tierras.
                                            FIN
  

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