viernes, 1 de febrero de 2013
2 DE FEBREO, DIA DE TAMALES, ¿SABEN PORQUE?, Y NO PRECISAMENTE POR LA ROSCA, ES LA CELEBRACIÓN DEL IZCALLI, VEAN QUE ES
El 2 de febrero, es, justamente la mitad del invierno, es una celebración que tiene muchos siglos y en esa misma fecha en la gran Tenochtitlan habia una gran ceremonia en donde el fuego jugaba el papel central en un rito de purificación.
IZCALLI que quiere decir resurrección y es el nombre de un mes en el Calendario Azteca en el que, unos autores lo ponen como el inicio del año y otros como el final, tanto unos como los otros coinciden en que este mes la deidad principal, a la que está dedicado el mes y el ceremonial es XIUHTECUTLI, que es, ni más ni menos que el dios del fuego, a quien también se le reconocía como señor del año.
Francisco Javier Clavijero en su Historia Antigua de México el inicio del mes Izcalli era precisamente el 1 de febrero; “A la media noche del día de la fiesta, sacaban fuego nuevo ante la imagen del dios, para que ardiese en aquel lugar, y prendíanlo con dos palos, uno puesto abajo en el suelo y sobre él remolineaban con el otro palo, haciéndolo girar a gran prisa entre las manos y con aquel movimiento y calor se encendía el fuego. De allí iban a tomarlo con yesca los sacerdotes para levarlo a los demás templos y la gente común también lo tomaba para sus cosas, porque desde en la tarde habían apagado todos los fuegos del año anterior. Luego ponían a tostar maíz en el fuego nuevo y ofrecían unos granos tostados al dios, que era el mismo fuego, y los demás se los comían, A esta ceremonia la llamaban “el señor cariamarillo tuesta su maíz”.
“A la mañana siguiente, amaneciendo, iban al templo los jóvenes y muchachos con la caza y pesca que habían tomado los días anteriores, y se formaban todos adelante del dios y le ofrecían las aves, animales y peces que habían recogido; estas ofrendas las tomaban los sacerdotes y las ponían al rescoldo del fuego nuevo, que no había dejado de arder y luego los muchachos, con mucho orden y concierto, daban una vuelta alrededor de las hoguera, en señal de reverencia. Después venían las mujeres y muchachas con nos tamales de hojas de huauhtli, planta ahora llamada “alegría”, los cuales ofrecían ante la imagen del dios, y también ellas daban una vuelta al fuego en señal de reverencia. Y de los tamales y de la caza que asaban ofrecían al dios y lo demás lo repartían entre la gente que asistía a la ceremonia”. Esta interesantísima descripción bien nos puede dar la respuesta al por que esta mañana, tarde y noche, a todo lo largo de México habrá grandes festejos en los que el plato principal serán los tamales.
En este, al igual que en todos los ceremoniales aztecas, había la parte medular, que era el sacrificio humano. Esto no ocurría cada año, sino cada cuatro, cuando era un año bisiesto, en donde no era uno, sino cinco los sacrificados, lo cual simbolizaban los cuatro rincones del mundo, mas el punto central.
Asi que mas que celebrar a un dios cristiano en realidad (una farsa como todas sus celebraciones), celebramos el Fuego Nuevo de la Gran Tenochtitlan
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